En el exterior, Celeste es un platforming difícil, con arte basada en pixelart y música impresionante; en el interior es mucho más que eso. Es una historia sobre cómo luchamos contra nosotros mismos.
De qué va Celeste
Madeline es una chica que quiere subir una montaña llamada Celeste. El asunto es que la montaña parece tener poderes místicos (o algo) y gracias a esto separa a Madeline en dos: una Madeline que cree que puede subir la montaña y otra Madeline que… pues no. Esto inicia una lucha entre ambas. Poco a poco, mientras más subes, descubres la razón por la que tu personaje quería subir y por qué tienen tantos problemas con partes de su personalidad.
Al final, el juego se trata de esta duplicidad que todos llevamos, pero que quizá algunos sufren más que otros. Me recuerda mucho a mí misma; pero estoy segura que muchas personas se identifican con Madeline, con las dos Madelines: una que intenta hacerlo todo bien y otro que se sabotea a sí misma.
Gameplay
Una de las mejores cosas del juego es su gameplay. Es un platformer retador, con controles muy, muy sólidos. Así que siempre que no logres algo, no será porque tu personaje no reacciona bien, sino porque tú mismo no lo hiciste como debías.
Durante gran parte del juego,únicamente tendrás una habilidad: el doble salto. Ya para el final, tendrás oportunidad de hacer dos saltos y obtendrás otra habilidad, pero esto realmente es spóiler, ya que está muy ligado a la historia.
Cuenta con diferentes tipos de plataformas (como en cualquier juego del género) que darán a Madeline oportunidad para hacer saltos más altos o seguir avanzando en su subida.
Además, hay coleccionables en todos los niveles. Así, tendrás que buscar fresas y unos corazones de cristal (solo hay uno en cada nivel y es perro encontrarlo), así como unas cintas (B-Sides). Esta cinta te da un nuevo nivel con una dificultad todavía mayor. Por si fuera poco, una vez que completes todos los B-sides, se desbloquearán los C-sides, que están lo que le sigue perros.
Si de por si la campaña normal de Celeste no es un paseo en el parque, estoy segura que los diseñadores se dieron una vuelta por algún círculo del infierno como inspiración para los B-sides y C-sides.
Lo mejor
Celeste es un gran ejemplo una narrativa ligada al gameplay. Tal como el gameplay difícil, es también difícil reconciliarte contigo mismo, lidiar con la depresión o ataques de ansiedad, o hasta estar a gusto con tus emociones negativas.
Es por esto que el juego es tan difícil como lo es. Poco a poco al ir avanzando en el título, aprendes y mejoras, y sientes que esto pasa con Madeline; pero no es sólo un aprendizaje acerca de las mecánicas del juego, sino es “algo” que te hace pensar que, a pesar de que el juego o tu vida sean muy difíciles, puedes aprender y mejorar y escalar la maldita montaña.
Al final del título sentirás, no sólo que lograste algo muy complicado, sino que ayudaste a Madeline a lograrlo y que entonces quizá puedas hacer otras cosas que nos parecen muy complicadas como conseguir esa fresa imposible o dejar de criticarnos a nosotros mismos.
Para mí, fue una experiencia muy emocional e introspectiva. Es curioso que un juego tan colorido y feliz como puede ser éste, me haya hecho reflexionar acerca de situaciones en mi vida que quizá no fueron mis favoritas, pero de las que aprendí.
Así es como el gameplay está al servicio de la historia y la temática. La idea es provocar las mismas emociones que siente Madeline, y el juego lo logra. Aunque el gameplay, diálogo, arte, música – todo es increíble por separado, es realmente en conjunto cuando Celeste se convierte en una verdadera obra de arte.
En Switch
Jugué este título en Nintendo Switch y la verdad es que se lleva muy bien con la plataforma. También está disponible en PS4, Xbox One y PC.