Gears Tactics es el hijo bastardo de Xcom con Gears, y la verdad es que la combinación resultó ser sumamente natural.
Por un lado tienes el lore, la historia, los personajes y el Setting de Gears, y por otro, le gameplay estratégico y por turnos de Xcom, fusionados en algo que funciona de una manera casi obvia.
El juego comienza con Gabe Diaz, Gear semi-retirado que ya se quiere ir a su casa, cuando recibe un mensaje del mismo presidente para que vaya a cumplir una misión. En pocas palabras, el presidente le dice que debe reunir un equipo de Gears para cumplir esta misión. ¿El único problema? La guerra está tan avanzada y tan en todos lados que no hay soldados disponibles, así que tienes que ir a reclutarlos a lugares donde no creías que tuvieras que hacerlo. Como asentamientos de gente que odia los Cogs.
Pero la historia no es tan importante como el gameplay.
Como dije, el juego es por turnos. Tienes un equipo de Gears especializado cada uno en algunas armas, como una mini-gun o la icónica Lancer. Además, tienes algunos otros aditamentos, como habilidades y distintos tipos de granadas.
Cada uno de tus personajes tiene tres acciones, que debes dividir entre moverte, disparar o usar habilidades. Pero puedes obtener más acciones a través de distintos métodos como haciendo ejecuciones, o utilizando la habilidad de algún soporte. Esto abre todo un mundo de posibilidades para matar locusts en un solo turno.
Sin embargo, lo más importante del juego es que uses la cubierta de manera efectiva. Si los locusts te atrapan “in the open”, básicamente ya valiste. Así que para moverte de un lugar a otro es esencial que lo hagas considerando la cubierta, y también el ángulo desde donde pueden venir tus enemigos.
Hasta el momento los mapas de las misiones de historia han sido variados y entretenidos, con algunos grandes desafíos. Sinceramente los he disfrutado mucho.
No se puede decir lo mismo de los mapas de las misiones secundarias, que hasta el momento han sido demasiado parecidos entre sí, lo mismo con los objetivos que debes llevar a cabo. Sin embargo, están buenos para grindear, obtener más equipo y subir de nivel a tus unidades más débiles.
Aún hay mucho por jugar en Gears Tactics
En fin, llevo alrededor de 10 horas de Gears Tactics, horas que no he sentido para nada. Es ese tipo de juegos que dices “un turno más”, “un mapa más” hasta que dan las cuatro de la mañana. Aún falta mucho juego por jugar, pero debo decir que lo estoy disfrutando tanto como disfruto un buen Fire Emblem, y tanto como disfruté Mario + Rabbids, the true Xcom.
Ahora que lo acabe ya les diré si las misiones secundarias terminan siendo demasiado molestas, o las puedes sobrellevar, y si la historia termina siendo de alguna relevancia para la historia principal de Gears.
Peace out.