God of War me hace pensar en mi papá.
Obviamente mi papá no era un tipo rudo con un hacha. No, él era mucho más complaciente y normal. Me daba apoyo cuando lo necesitaba, entendimiento, atención. Le debo mucho más de lo que me atrevo a decir. Tampoco me es fácil escribir acerca de él.
A mi papá no le habría gustado God of War y tampoco que yo lo jugara. Pensaría que es muy brutal para mí; pero mi papá conoce poco acerca de mi yo adulto.
Lo que le habría gustado es la mitología del juego. Las historias que Atreus, Kratos y otros cuentan a lo largo del juego, y de seguro ya tendría listos para mí al menos 3 libros que hablaran de mitología nórdica. Ése era el tipo de cosas que él hacía por mí.
En cualquier momento y cuando yo mostraba interés (aunque fuera mínimo) en alguna cosa: me daba libros.
No sé si, como a Kratos, a mi papá le costó trabajo convertirse en padre. Como él, que sabe poco de mí, yo tampoco sé mucho de su yo adulto. Más allá de los libros que leía, algo de la música que escuchaba (Pink Floyd) y de su difícil niñez. Pero no sé qué pensaba acerca de ser padre o acerca de muchas otras cosas.
Antes de que falleciera, yo aún no pensaba que la muerte era algo tangible. Sólido. Tampoco me daban ganas de hacerle estas preguntas a mi padre. No había superado esa etapa en donde todo lo que tus padres te dicen está mal o es tonto o aburrido.
Por esto envidió el entendimiento hacia Kratos al que Atreus llega poco a poco a lo largo del juego; el crecimiento de los dos como personas. No creo haber tenido eso con mi propio padre.
Tomo un juego darme cuenta de que esto aún me cuesta mucho trabajo.
Gracias, Cory Balrog y Santa Monica Studios.