Tengo que confesar que no me gustó el primer Life is Strange, así que descarté un poco el resto de los juegos de Deck Nine Games. Pensé Life is Strange: True Colors no me gustaría, por ser demasiado similar a esos otros. Pero debo decir que Deck Nine Games ha avanzado considerablemente, y donde antes había animaciones algo wonky y un gameplay algo aburrido, encontré una joyita acogedora.
Todo esto para decir que sí me gustó Life is Strange: True Colors, cuando esperaba que no lo hiciera.
De qué trata Life is Strange: True Colors
Sucede que eres Alex, una mujer de unos 18 años que ha estado en el sistema de adopción de Estados Unidos durante muchos años, después de que tu madre muriera. Pero estás a punto de comenzar una nueva vida, ya que tu hermano te encontró y te invitó a vivir con él en un pequeño pueblo minero de Colorado, Haven.
Al principio todo parece un sueño. La gente es amable, tu hermano es increíble y te ama, el pueblo es hermoso. Pero pronto, la tragedia llama y decides que eres tú quien traerá justicia para tu familia.
¿Y cómo se juega Life is Strange True Colors?
Life is Strange: True Colors es básicamente un point and click. Un juego narrativo en el que debes hablar con la gente, socializar con ellos y utilizar tus superpoderes para hacerlos sentir mejor. Espera, ¿qué? Sí, en efecto Alex tiene un superpoder, el de sentir claramente lo que otros están sintiendo, escuchar sus pensamientos cuando están en ese estado y además ver el mundo a través de sus ojos.
Utilizas este superpoder para mejorar la vida de la gente y conocerla mejor, incluyendo salvar un pequeño niño de caer a su muerte en un risco. Es muy heroico.
Estos poderes se activan solo durante ciertas circunstancias, no están presentes todo el tiempo.
El resto del tiempo realmente vas de un lado a otro del pueblo, pasándola bien (o mal) con la gente que vive ahí, y ligando con el husbando o la waifu. O los dos, como prefieras.
Mucha música, muchos sentimientos
Como todos los juegos de Deck Nine Games, éste es bien hipster. Y no lo digo de mala manera. La música, y buena música, domina todo en el juego, y todos, o casi todas, de bandas reales, incluyendo Kings of Leon, Angus & Julia Stone, Novo Amor y más. Sinceramente tienen muy buen gusto musical, y lo saben.
Hay secuencias en las que “reflexionas”, en el que el juego básicamente se convierte en un video musical con una increíble canción hipster de fondo, y vistas acogedoras. Debo decir que fue muy efectivo para crear justo el tono y la atmósfera que buscan, y también para tomarte una pausa y pensar acerca de lo que está pasando en el juego.
De hecho tengan la lista de música pública:
Así como la música, los sentimientos juegan un papel muy importante en el juego, siendo el tema principal. Deberás tener muy presente lo que todos están sintiendo, y gracias a tus poderes, usar eso a tu favor, o usarlos para ayudar a la gente. Usualmente ambas cosas a la vez.
Toma decisiones, cambia la historia
Además, tendrás que tomar decisiones que afectan el resto de la historia. Aunque algunas de ellas con decisiones bastante pequeñas, otras impactarán lo que otros personajes piensan y sienten de ti, ocasionando que te ayuden – o no – en tu misión final.
Al final de cada capítulo podrás ver las otras decisiones que podrías haber tomado, y podrás decidir tomar esas decisiones en otros playthroughs. La historia cambia un poco, pero realmente puedes imaginarte cómo más podría haber ido con otras decisiones. (Yo no soy mucho de volver a jugar juegos, así que no me atrae ver otros playthroughs. Estoy satisfecha con haber visto, en esas pantallas al final de cada capítulo, qué otras opciones había).
El dolor, la pérdida, el perdón, la justicia
Todos estos son temas que trata el juego, y debo decir que los trata con mucho más tacto, sensibilidad y profundidad que, pues, todos los demás juegos que no sean Deck Nine. El juego me hizo -casi- llorar más de una vez, y me identifiqué con varios de los personajes. A pesar de que sus tragedias ciertamente son más profundas que las mías.
Si fuera a tener una queja con la historia, es que el clímax no es tan fuerte como podría haber sido. Entiendo lo que quisieron hacer, sin spoilers, con el discurso de Alex en contra de esta persona, pero al final es demasiado largo y hace que te cuestiones si realmente alguien se hubiera quedado parado ahí sin decir nada mientras hablabas durante media hora.
Es el punto más débil del juego. Por fortuna, el resto de él es manejado con maestría, por lo que puedo perdonar el faux pass y aún así recomendar el juego sin remordimiento.
La waifu y el husbando
Casi al mismo tiempo, conoces al potencial husbando y potencial waifu. Ambos hanguean en una tienda de récords sacada del sueño de un hipster de montaña. Es realmente una tienda espectacular, con mucho carácter y simplemente hermosa. Algo que realmente no sobreviviría en un pueblo tan pequeño, la verdad. Pero se aprecia la fantasía.
Steph es una chava que trabaja en esta tienda, y además transmite desde ahí, la única estación de radio de Haven. Apenas la ves, se siente como que está flirteando contigo bien cabrón.
Un ratito después conoces a Ryan, un tipo guapo y montañez que le gusta escuchar pájaros. Es bastante tierno.
Pero la waifu es la waifu. Así que nos fuimos con ella. Sin arrepentimientos.
Un juego acogedor que terminas en un fin de semana
En este momento, me queda claro que Deck Nine Games ha dominado los juegos narrativos hipsters que se atreven a tratar, con sensibilidad, temas que otros no se atreven o simplemente no logran.
Es además un juego muy estético con gran música, y que te hace querer a todos los personajes, especialmente Gabe e Ethan. Te dan ganas de abrazarlos.
Mi descripción es un “cozy game”, un juego acogedor que puedes jugar en un fin de semana y sentir que completaste algo. Es lo más cercano a leer un libro sin leer un libro. Me gustó mucho, mucho más de lo que pensé.
- La música y la estética son increíbles. Es un sueño hipster.
- Alex, Ryan y Steph son personajes muy entrañables. Te hace querer tener amigos así, no como Shepi.
- Trata temas como la pérdida y el luto que no todos los juegos se atreven, y menos de una manera sensible. (Aquí no hay F to pay respects).
- Las conversaciones, aunque cursis, se sienten muy reales.
Lo peor según Shepi
- Irónicamente, el clímax de la historia es la parte más débil. Como que no me creo que “cierta persona” se vaya a quedar ahí parada sin decir nada mientras te echas tu discurso.
- Sólo los hipsters apreciarán este juego. Como yo soy un gato no-hipster, entonces no.
- Es corto, y sólo se trata de hablar con la gente.
- Aunque el juego está bien hecho, el precio se me hace algo exagerado.