Yo nunca jugué Link’s Awakening en Game Boy. Así que ni siquiera puedo decir que hay nostalgia de por medio. Pero de cualquier manera este juego sabe a infancia.
O quizá de manera más precisa, algún sueño que tuviste de niña.
En este título, Nintendo y Grezzo están unidos en esa temática. No sólo se trata de recrear el juego que salió hace 20 años al pie de la letra, sino de traer aún más a la luz sus verdaderos tema y sus verdaderas intenciones.
Desde el nombre sabemos que Link’s Awakening es algo relacionado con los sueños, y muy pronto los bosses, habitantes de la isla y distintas pistas alrededor del mundo te dejan en claro que lo que Link vive no es real.
La atmósfera contribuye al sueño
Por eso puedes ver enemigos del mundo de Super Mario (así como alguien terriblemente parecido a él), e incluso el mismo Kirby. Cosas “imposibles” de no ser porque esto es un sueño.
Reforzando esta idea está la introducción del juego – una animación semi-realista completamente distinta al estilo subsecuente del título. En Link’s Awakening pareces una figura de plástico o porcelana, que navega un mundo más parecido a una maqueta o una casa de muñecas que un mundo real.
Aún más, las orillas de la pantalla están borrosas – fuera de foco – como si fuera imposible desviar la vista y la atención del mismo Link. Lejos de Link el mundo no existe, así que sólo puedes verlo a él, seguirlo a él, y todo lo demás está fuera de tu alcance.
Contribuye también que no sepas por qué estabas viajando en primer lugar. En la cinemática del inicio simplemente estás atrapado en una tormenta y quedas varado en una isla. Nunca sabes de dónde vienes – como sucede en los sueños.
Extraño, pero no ajeno, al mundo de Zelda está también que puedas saltar a voluntad. Con la Roc’s Feather, incluso puedes saltar precipicios, saltar sobre las cabezas de los enemigos y saltar muchos obstáculos. Y aunque también se ha visto antes, el cambio a una perspectiva 2D, con todo y Goombas, cuando desciendes una escalera también contribuye a esta atmósfera de extrañeza, de “otro mundo”.
Por otro lado, ninguno de los habitantes en la isla tiene respuestas a tus preguntas. Por ejemplo, los niños te dicen algunos tips del mundo o de cómo usar tu control, seguido de “no lo sé, sólo soy un niño”. Y aunque en Zelda los animales siempre han hablado (particularmente los búhos, pero se entiende usualmente que son Sages o espíritus), aquí hay una aldea completa de animales. Cuando le preguntas a un conejo porqué habla, te dice “no lo sé, sólo soy un conejo.” Estas pequeñas extrañezas también contribuyen a la atmósfera de ensueño.
Ésas son algunas de las maneras sutiles y no tan sutiles en las que el juego provoca esta atmósfera de ensueño, de irrealidad, que refuerza por completo su temática. No es un simple remake cuadro por cuadro, es una reimaginación del mismo juego. Es un ¿qué quisieron decir en ese momento y la tecnología no se los permitía? Al mismo tiempo que es un tributo a esos desarrolladores originales.
Es una conversación a través del tiempo
De hecho me parece un poco triste que en los créditos no aparezcan los nombres de los desarrolladores originales, sino un simple “gracias a los desarrolladores de Link’s Awakening”. Una lástima, porque de cierto modo es un estrechar de manos a través del tiempo, y ellos también merecen todo el crédito.
Yo no había jugado Link’s Awakening, así que todo es fue nuevo para mí. Pero al mismo tiempo, sentí que ya lo había jugado alguna vez, hace mucho tiempo, en un sueño quizá.
Altamente recomendado para fans de Zelda, y aquellos que se enamoraron de su look, bueno, no tienen nada qué perder. El amor entra por los ojos, pero aquí hay mucho más que ver después de eso.
Es un juego de antaño en todos los sentidos: no esperes que te digan a dónde ir, no esperes que dure mucho y no esperes olvidarlo pronto.